martes, 10 de febrero de 2009

El clima

Por su situación geográfica podríamos suponer que el tiempo es casi siempre bueno y que gozaremos de sol y temperaturas excelentes. Esto no deja de ser una verdad a medias o una mera suposición. Como lugar extremo, éste impone sus leyes, sobre todo si entendemos la fotografía de la naturaleza como lo que es: muchas horas de esfuerzo y dedicación para obtener buenos resultados, lo que nos obliga a pasar mucho tiempo en la marisma.
En invierno hace un frío húmedo que, tras unas horas en el hide, probablemente rodeado de fango y agua, puede llegar a ser insoportable. En verano, entre las diez de la mañana y las siete de la tarde, el calor es agobiante, llegando a convertir el hide en un horno. La primavera y el otoño suelen ser agradables, siendo estas épocas del año las más idóneas para la práctica de la fotografía de la naturaleza.

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